

Por Consuelo Martínez-Sicluna (profesora titular de Derecho Natural y Filosofía del Derecho en la UCM)
Pocas  insidias quedaban ya por inventar y pocas falacias nos quedaban por  ver, pero confieso que incluso ésta me ha llegado a sorprender por la  abyección que supone. Estas frases introductorias tratan de prevenir  acerca de la penúltima, recalco lo de penúltima, de las atrocidades a  escuchar y rebatir, que ha sido la de considerar que a propósito de la  Ley de Adopción de 1941, el “régimen franquista”, se dedicaba a  secuestrar niños de familias “rojas” para dárselos a familias de  nacionales. Un medio como la BBC inglesa otorga alguna credibilidad a la  atrocidad y a través de quien es el productor de un documental que  pretende ser riguroso con la historia, David Boardman, se pone en  contacto con la Fundación Nacional Francisco Franco a la que envía un  cuestionario con una serie de preguntas para grabar una entrevista. La  Fundación a la que me honro en pertenecer, me designa para responder, y  como no hay que retroceder ni para coger impulso, me dispongo a ello.
Podremos  comprender que entre el cuestionario inicial y el real no existe  ninguna coincidencia, que de los 45 minutos de grabación que duró la  entrevista que se me hizo, mucho me temo, quedarán reducidos, en aras  del planteamiento y de la conclusión a la que el programa ya había  decidido previamente llegar, a unos 5 minutos, alternados con supuestos  testimonios de niños, ya mayorcitos, arrancados de familias rojas  “estables”, que se diría hoy, para entregarlos a la canalla fascista  representada por ese dictador aborrecible llamado Franco.
Transcribo a continuación el cuestionario inicialmente mandado:
“-  Al fin de la guerra civil, como era la situación en España.
- Qué ocurriría en España si el ejército de Franco hubiera perdido la guerra.
 - Por qué piensa vd. que el General Franco aprobó la Ley de Adopciones de 1941. Esta Ley hizo posible que los certificados de nacimiento pudieran llevar los nombres de los padres adoptivos como si fuesen los padres biológicos. Por qué han sido tantas las críticas al General Franco en los últimos años por esta Ley de Adopciones.
 - Cree vd. que los niños de presas republicanas fueron dados en adopción a los que apoyaron al General Franco al fin de la guerra civil y que estas prácticas continuaron como una costumbre durante los años después de la guerra.
 - Hace 36 años que el General Franco murió. Hace más de 70 años que se ha acabado la guerra civil, y por qué todavía hay tantos debates sobre la época del General Franco.”
 
De las preguntas enviadas se  deduce ya cuál iba ser el tono a seguir a lo largo del programa:  subjetividad o parcialidad son palabras que se quedan escasas y que, con  ese corto y pega, de la televisión, reducirán mi intervención a lo  estrictamente necesario para decir que se cuenta con una opinión  diversa. Por ello, relato en primera persona la grabación, con el simple  intento de defender, en aras de la verdad, la memoria de Franco. Como  decía una vieja canción, malos tiempos para la lírica, pero tal vez  buenos tiempos para un combate que no puede cesar, que es combate por  España.
Para empezar, le señalo a la periodista inglesa que me hace  la entrevista, ante la utilización de esas expresiones por su parte, que  rechazo profundamente la denominación de “régimen de Franco” o de  “régimen franquista”, porque no se trata de una situación política que  emana de la voluntad de Francisco Franco, sino de un régimen que  caracteriza a la España que va de 1939 a 1975, donde hay hombres y  mujeres que sacaron nuestra patria adelante: singularizar en Franco tal  régimen implica atribuirle toda la responsabilidad, como una actuación  dictatorial,  en lo bueno y en lo malo, y parece que ahora sólo en lo  malo y supone sencillamente desconocer la Historia.
Por otra parte,  la situación en España después de una guerra civil era de desolación,  devastación, lo normal en una guerra fraticida, pero al tiempo con ganas  de levantar a la nación. Y la República española no había sido  precisamente Camelot, porque desde febrero del 36 no existía de hecho  República, sino un Frente Popular que se había autoproclamado vencedor  en unas elecciones cuyos resultados no fueron escrutados en su  totalidad. Contemplo que esto no le interesa en absoluto y le recalco  que no se pueden sacar los hechos del contexto histórico en el que se  producen y la guerra civil es consecuencia de la deriva de la II  República.
Vayamos al tema me dice. ¿Por qué se promulga la Ley de  Adopción de 1941? Respondo que en cuanto a las adopciones, hay que  entender que el régimen de ese período de tiempo se articula sobre dos  bases, que son la legalidad y la acción social, y sólo así puede  entenderse la Ley de Adopción de 1941, que trata de solventar, después  de una guerra civil, el problema de la orfandad y de la protección de  los menores abandonados, recalco, en las Casas de  Beneficencia. Hay que analizar con detenimiento la Ley para ver que  estamos ante una figura jurídica que trata de cubrir una situación  complicada y difícil: después de la guerra, los huérfanos, en vez de  quedar recluidos en centros asistenciales, práctica habitual hasta ese  momento, debían gozar de una integración en un entorno familiar, como se  señala en la Exposición de Motivos de la Ley. Por lo tanto, no es un  secuestro de menores sacados de un ambiente familiar, lo que sería  reprobable, sino que se trata de la existencia de huérfanos como  consecuencia de una guerra civil, a los que se trata de dotar de  protección jurídica y social. La Ley además acuerda la intervención, en  el proceso de adopción, de la Administración de la Casa de Beneficencia y  que el proceso se inste ante el Juez de instrucción competente y con  intervención del Ministerio Fiscal. Es decir, la máxima garantía  jurídica para el adoptando, que además si era mayor de 14 años podía ser  oído en el expediente. El Juez, en todo caso vigilaría por el  cumplimiento de los requisitos de conducta exigidos a los adoptantes, de  forma que el proceso de adopción podía ser revocado.  Desde el punto de  vista del Derecho, ni una pega, ni una objeción.
Dejando al margen  las consideraciones jurídicas, que pueden cansar a los televidentes, a  nadie se le escapa la importancia de la intervención del juez: no es una  situación fáctica, donde se arrebatan niños y se dan a otras familias,  es un proceso legal en interés del menor, que es el interés que se sigue  protegiendo en cualquier proceso similar en la actualidad. Legalidad y  acción social, que son las pautas del régimen que va de los años 40 a  los 70. ¿Qué por qué se le daban los apellidos de la familia del  adoptante? Porque esto es lo habitual en cualquier proceso de adopción,  no en otras figuras jurídicas similares, proceso en el cual no se  conserva el apellido de la familia o madre biológica y en esos momentos  estamos hablando pura y llanamente de orfandad como consecuencia de una  guerra civil devastadora.
Más preguntas de la periodista: ¿pero el  juez que decidía era franquista? No más que el obrero o el médico, que  vivían en esa  época,  o que el padre del actual Fiscal General del  Estado, Conde-Pumpido, éste un poco más porque era magistrado del  Tribunal de Orden Público o el padre de la anterior Vicepresidenta del  Gobierno, que fue condecorado por el régimen. Se trataba de hombres y  mujeres que trabajaban por sacar España adelante y vivir mirando al  futuro, lo cual no me parece mal, porque ahora no hay trabajo y tampoco  hay futuro al que mirar. Por otro lado me permito sugerirle otra  investigación: el destino y la suerte que siguieron los niños enviados  por el Gobierno de la República a la URSS en la guerra civil. Silencio.
¿Cómo  se podría definir el régimen de Franco: fascista, militar, totalitario?  Si se refiere a la situación de España en esos años, no al régimen de  Franco, sino de todos los españoles, entonces ni era fascista, porque  hubiera caído con la caída de los “fascismos”, en el sentido amplio del  término, o hubiera sido depuesto tras la conferencia de Yalta, mientras  que España mantuvo relaciones con los más importantes mandatarios de la  época: aquí vino un Presidente de los EEUU, se entró en la ONU, etc. No  era un régimen militar, porque la intervención de los militares en los  Consejos de Ministros fue exigua en relación a la importancia del  elemento civil. Totalitario, tampoco. Entonces autoritario, me insinúa.  Me acuerdo de Luis Suárez y, en homenaje a él, digo autoritario, en  cuanto a que había y se ejercía una autoridad amparada por el Derecho.
Pero  tuvo la ayuda de los fascismos en la guerra civil. Sí, como la tuvo la  España roja, no republicana, porque éste de “rojo” era el término  acuñado por el otro bando y porque además la República había muerto a  instancias del Frente Popular que se había alzado con el poder. El bando  rojo tuvo la ayuda importante de la URSS y de las Brigadas  Internacionales. Por cierto, hay una pregunta que venía en el  cuestionario previo y que todavía no me ha hecho y tengo muchas ganas de  contestarle y sin más me hago yo misma la pregunta: ¿Qué hubiera pasado  si Franco pierde la guerra y la gana el otro bando? Que España hubiera  sido una país satélite de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas y  dado el entreguismo de Roosevelt a Stalin en Yalta, que Churchill  advirtió claramente, Europa hubiera estado cogida en una pinza, desde el  Norte hasta el Sur.
Siguiente asalto: pero España participó en la  Segunda Guerra Mundial al lado de Hitler. Sí, con una división de  voluntarios que España no podía negar a quien entonces era el vencedor  de Europa y al que Franco tuvo la habilidad de llevar a su propio  terreno: no se podía negar una cierta ayuda a quien antes había ayudado,  pero además un “No” tajante podía haber implicado el avance de las  tropas alemanas desde Francia hasta Gibraltar.
Como estas  cuestiones nos apartan de lo que verdaderamente les interesa, volvemos  al secuestro y a la reeducación de menores, y a las presas rojas que  tenían a sus hijos con ellas en los centros penitenciarios. Reeducación  es lo normal cuando se gana una guerra, porque creo que la Europa  posterior a la Segunda Guerra Mundial no ha dejado de reeducar hasta hoy  – la historia la escriben los vencedores- y me parece que el sistema  actual también educa, incluso con la oposición de los padres. En cuanto a  si las presas tenían a sus hijos con ellas en los centros  penitenciarios, también se contempla ahora en la Ley de Vigilancia  Penitenciaria y eso como una medida en beneficio del penado y de su  familia.
Y se educaba en los principios del régimen. Pues sí,  porque el régimen era nacional y se educaba en los principios de la  nación. Me faltó decir, y qué más.
Pero habría que juzgar los delitos  del régimen, me dice, porque la Ley de Amnistía, y el sistema actual, y  la transición que se hizo mal porque no se juzgó a los franquistas,  bla, bla, bla. Contesto: VD. quizá no sepa que el sistema actual  pretendía ser legítimo, en su inicio, obteniendo su legitimidad de las  Cortes diseñadas en la situación política anterior –aunque conculcada a  través de la vulneración de la Ley de Reforma Política- y que  lógicamente todo el sistema, desde el Jefe del Estado, hasta la  transición proviene de ahí: que todos, incluso los que habían  participado en el “Contubernio de Munich” decidieron cuál había de ser  el camino de la transición y pensaron que el mejor camino consistía en  la utilización del órgano de representación de las Cortes. Pero, me  dice, Garzón cree... Respuesta: Garzón en la actualidad está separado de  la judicatura, con un proceso abierto, y no me sirve como modelo.
Estas  preguntas repetidas varias veces. Porque en suma se trata de juzgar a  los “franquistas” por el hecho de serlo. Y nuevamente, los niños  robados., etc. Por tres veces la corto para decirle: yo estoy hablando  de leyes y de instituciones jurídicas, no de ficciones, y no voy a decir  otra cosa diferente de la que sostengo, que el régimen actuaba desde la  legalidad y no desde situaciones delictivas, como pudiera ser un  secuestro, que no se daban, ni me va convencer de otro punto de vista,  porque si no va a resultar que me está tratando de “reeducar”. Y ¿en los  años 60, 70? ¿Presos republicanos en esos años? Y polémica sobre la  cuestión, ninguna. Las invenciones son de ahora.
Me señala que  hay numerosos testimonios de arrebatados de su familia y entregados a  otras y que los intercalarán en la grabación. Perfecto, pero no tengo  por qué dar credibilidad si no se me aportan datos y documentos en los  que la autoridad intervenía en el sentido que se pretende afirmar. Yo  sólo me limito a señalar que el régimen no actuaba desde situaciones de  hecho, sino desde la legalidad y ésta dirigida a una acción social que  no había existido en la historia de España hasta entonces.
Algunos  dicen que el Partido Popular viene del franquismo, me señala. Yo no  debería responder por el Partido Popular, puesto que no pertenezco a  ningún partido, pero le diré que el Partido Popular no existía en el  régimen anterior al 75.
¿Está de acuerdo en que salga a la luz la  verdad? Totalmente de acuerdo. Pero la verdad no es patrimonio de unos,  ni se puede reescribir lo que ya está escrito.
Hasta aquí la  entrevista, contada en resumen, y ruego disculpen el uso de la primera  persona. Hasta aquí la necesidad de una defensa que no es sólo la de  Franco, sino la de una España que no ha muerto y que no nos limitamos a  mirar con nostalgia, sino con orgullo y con una mirada legítima al  horizonte. Sólo una frase final: mientras sea posible, e incluso más  allá, hasta donde lleguemos y hasta donde podamos, hay que hacer de  nuestra vida un lema de acción permanente, el dictum romano:  “Nunquam Tacebo”, “Jamás Callaré”, porque  ante la insidia, ante el odio  y la mentira, el silencio es un acto más de felonía y de sumisión.
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